Miedo a Dios

La Biblia dice que el hombre debe tener un temor saludable del Señor para mejorar la vida. Sin embargo, un miedo malsano, persistente o irracional a Dios es una fobia específica que puede causar una gran angustia al que la sufre y a sus seres queridos.

El miedo al Señor es conocido por varios nombres: miedo a Dios, miedo a la religión, teofobia, etc son algunos de ellos. La palabra Teofobia se origina de las palabras griegas “Teología y Fobos”; la primera significa Dios/religión y la segunda significa miedo o temor extremo.

Esta es una condición de ansiedad que puede tener un gran impacto en la calidad de vida de la persona que la padece: oportunidades perdidas, malas notas o rendimiento en el trabajo, falta de ascensos, salud degradante, todo puede resultar de esta fobia. Contrariamente a la creencia popular, no hay ningún vínculo entre el ateísmo y la teofobia: el ateísmo es la incredulidad en Dios, mientras que un teófobo en realidad cree (o incluso ama) a Dios hasta el punto de temerle profundamente.

Una fobia relacionada con la Teofobia es Ateofobia. Este es el temor de no tener a Dios en la vida de uno. No es tan extrema como la teofobia, pero es muy común entre los creyentes de Dios. Tales personas sienten que siempre deben estar “conectadas” con el Señor: visitar una Iglesia (u otro lugar de adoración) diariamente, constantemente pensando o hablando de Dios, etc., son algunas de las maneras en que tratan de lograr esto.

Causas del temor a Dios

Las fobias son la forma en que la mente se protege a sí misma.

Al igual que en la mayoría de las fobias, el miedo a El Señor también se origina en la mente inconsciente: vincula las emociones experimentadas en ciertas situaciones. Una experiencia de la vida real de la infancia: malas notas, la muerte de un ser querido después de una mala conducta puede estar relacionada con “la ira de Dios o el mal karma”. Los casos leves de teofobia infantil generalmente desaparecen a la edad de seis años. Sin embargo, algunos persisten hasta bien entrada la edad adulta.

Otros catalizadores de la Teofobia incluyen películas, historias, reportajes de noticias que muestran ejemplos de situaciones similares.

Síntomas de la teofobia

Se sabe que los teófobos experimentan ataques de pánico o ansiedad al pensar en visitar una iglesia o un lugar religioso de culto, o cuando se enfrentan a dilemas éticos o morales.

Los síntomas del miedo a Dios o de la fobia a la religión son más o menos similares a los de otras fobias. Se manifiestan de dos maneras: en algunos individuos, los síntomas pueden estar presentes todo el tiempo; en otros pueden requerir un estímulo directo para ser vistos. (El estímulo directo incluye sentarse en un lugar de culto o enfrentarse a una cuestión moral o ética, etc.).

Tanto los síntomas físicos como psicológicos pueden ser experimentados por la fobia: falta de aliento, un ataque de pánico completo, mareos, latidos cardíacos rápidos, sudoración, temblores, angustia gastrointestinal, pensamientos de muerte, sensación de huída, etc son algunos de ellos.

Superar el temor a Dios

Dado que la teofobia suele estar muy arraigada, la recuperación también es progresiva. Los fóbicos y sus seres queridos deben darse cuenta de que el proceso puede tomar algunos días, semanas o incluso meses para una resolución completa.

La clave para superar el miedo a Dios o a la religión es la intervención y el diagnóstico temprano. El fóbico debe estar expuesto a su fobia de manera regular; ir a lugares de culto, experimentar situaciones que requieren elecciones morales y éticas, etc., son algunas maneras de lograrlo.

Las drogas no se deben utilizar para tratar el miedo de la fobia del señor, pues ofrecen solamente curación temporal y superficialmente enmascaran los síntomas. También pueden formar hábito o dar lugar a síntomas de abstinencia.

La programación neurolingüística y la hipnoterapia son dos medios muy eficaces para tratar y superar la teofobia. Ambas terapias llegan a la raíz del miedo y ayudan al individuo a expulsar el temor de Dios de su mente.

Si usted o un ser querido está sufriendo de la fobia al Señor; usted no está solo. Se sabe que un sinnúmero de personas la padecen. Pero hay ayuda disponible en la forma de las terapias mencionadas anteriormente, usando las cuales usted puede recuperar su confianza, entender la realidad y permanentemente expulsar el temor de Dios de su mente.

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