Miedo a los espacios pequeños

La claustrofobia es un tipo de fobia situacional (miedo a determinadas situaciones) en la que un individuo experimenta un gran temor a los espacios pequeños o cerrados. Una persona que padece claustrofobia puede tener miedo a entrar en ascensores. También se sabe que muchos individuos claustrofóbicos temen estar dentro de túneles, cuevas, minas o aviones. Suelen decir que ven imágenes de estar atrapados o no poder escapar de esos lugares y se sabe que hacen todo lo posible por evitarlos.

Causas del miedo a los espacios pequeños y cerrados

La claustrofobia es una fobia social común que afecta a casi el 4% de las personas en todo el mundo. Los científicos creen que las siguientes razones pueden conducir a esta fobia:

  1. Fear of Small Spaces Phobia - ClaustrophobiaLas personas con distorsión espacial son más propensas a temer los espacios cerrados y pequeños. Suelen tener un sentido exagerado de su espacio personal.
  2. En general, las personas con mayor tendencia a los trastornos de ansiedad también son más propensas a ser claustrofóbicas.
  3. Las personas con antecedentes de trastorno de pánico o propensas a sufrir ataques de pánico son más propensas a tener miedo a los espacios pequeños y reducidos.
  4. También se sabe que las experiencias traumáticas del pasado influyen en el desarrollo del miedo a los espacios pequeños. Por ejemplo, los niños que han sido atrapados accidentalmente en armarios o castigados corren un mayor riesgo de desarrollar claustrofobia.
  5. Algunas teorías también sugieren que podría ser una fobia evolutiva, lo que significa que el miedo a los espacios pequeños podría tener algún beneficio evolutivo.

     

Así pues, el desarrollo de esta fobia social es complejo, pero el tratamiento para ella casi siempre se centra en reducir la ansiedad de quien la padece.

Síntomas de la claustrofobia

La esencia de esta fobia es el miedo a quedar atrapado o a no poder escapar o a “ser enterrado vivo“. Por lo tanto, la persona que la padece puede experimentar síntomas tanto físicos como psicológicos.

Síntomas físicos

  • Síntomas respiratorios como asfixia o incapacidad para respirar
  • Hiperventilación
  • Aceleración de los latidos del corazón
  • Sudoración
  • Desmayos
  • Sensación de malestar o náuseas
  • Temblores

Síntomas psicológicos

  • Pensamientos o imágenes de estar enterrado vivo o atrapado
  • Pensamientos de muerte
  • Sensación de querer huir
  • Incapacidad de distinguir entre lo real y lo irreal

Tratamiento de la fobia a los espacios pequeños

A veces, el mero hecho de pensar en el tratamiento puede asustar a una persona con Claustrofobia extrema. El hecho de que la mayoría de las opciones de tratamiento consistan en enfrentarse a los propios miedos también hace que el individuo se sienta más asustado o ansioso. Es importante que los amigos y familiares ofrezcan el máximo apoyo y ánimo al fóbico. Muchos psicoterapeutas son conocidos por animar a los amigos/familiares a asistir a las sesiones de tratamiento junto con las personas que buscan la terapia.

  • Terapia de inundación/exposición: En este método, se introduce gradualmente al paciente en sus miedos, en este caso, los espacios pequeños o cerrados, hasta que se da cuenta de que no se ha producido ningún daño a pesar de encontrarse con su objeto de temor.
  • Técnicas de autoayuda: los pacientes pueden seguir algunas rutinas de autoayuda para superar el miedo a los espacios pequeños. Por ejemplo, en lugar de apresurarse a salir de los ascensores, se puede permanecer en ellos y subir y bajar varias veces para habituarse a la sensación de ansiedad. Poco a poco, también se puede trabajar hasta llegar a miedos mayores/severos y aprender a controlar la propia ansiedad hasta que desaparezca por completo. También se sabe que la respiración profunda, la visualización, la meditación y el yoga ayudan a controlar los ataques de pánico.
  • Técnicas de modelado: En este tipo de terapia, se anima a los pacientes a observar a las personas que se enfrentan a sus objetos de miedo con confianza y se les hace replicar o imitar el comportamiento.
  • Terapia cognitiva conductual: Esta terapia es conocida por su eficacia en el tratamiento de la claustrofobia, ya que ayuda al individuo a enfrentarse a sus pensamientos temerosos y a cambiar su actitud hacia su objeto de miedo.
  • Fármacos: Se pueden administrar ciertos tranquilizantes o antidepresivos en función de la gravedad de la claustrofobia. Sin embargo, debe evitarse el uso a largo plazo de estos medicamentos, ya que se sabe que muchos presentan síntomas de abstinencia.

Para la gente normal, la claustrofobia puede parecer extrema o irracional, pero para la persona que la padece puede ser debilitante y afectar a su vida cotidiana. Sin embargo, hay que animarse al saber que, con un tratamiento adecuado, es posible superar por completo el miedo a los espacios pequeños.