La escolicofobia es un miedo intenso e irracional a los gusanos. La persona afectada puede generalizar su miedo para incluir cualquier cosa que se parezca a un gusano. El individuo teme estar infestado o contaminado. Puede negarse a salir a la calle después de llover o evitar por completo los jardines. A veces denominada vermifobia , la escolecofobia deriva del griego scolex – gusano y phobos – miedo.
Como ocurre con otras fobias, la persona afectada ha sufrido un trauma en la infancia que se asoció automáticamente con los gusanos. Es posible que haya observado la respuesta negativa y fóbica de otras personas ante los gusanos y haya aprendido a imitar esa reacción. Tal vez, de niño, la persona fue víctima de una broma relacionada con gusanos o simplemente le disgustaban los gusanos y desarrolló una fobia con el tiempo. Cualquiera que sea la causa, la persona escolecofóbica puede experimentar ansiedad y malestar que alteran por completo su capacidad de funcionamiento. Los síntomas son individuales y pueden variar de una persona a otra.
Algunos individuos, cuando se enfrentan al miedo a los gusanos, pueden empezar a sudar, sentirse incómodos y tener náuseas. En el extremo opuesto, otras personas se ven gravemente comprometidas y pueden experimentar ataques de pánico
Si el miedo a los gusanos se vuelve tan intenso que altera la capacidad de funcionamiento del individuo, existen varios tratamientos: asesoramiento psicológico, hipnoterapia, terapia de exposición, técnicas de relajación, grupos de apoyo, medicación.