La acrofobia es el miedo a las alturas y a los lugares altos, como los pisos altos de los edificios, las cimas de las montañas y los balcones.
A diferencia del vértigo, la persona que lo padece experimenta una crisis de ansiedad típica: el sujeto se ve asaltado por la angustia, el malestar o un fuerte temor que hace intolerable o imposible el acceso a esos lugares. Los síntomas físicos más frecuentemente asociados a la acrofobia son taquicardia, dificultad para respirar, sudores fríos y temblores.
La acrofobia también se produce cuando se utilizan medios dirigidos rápidamente hacia arriba (ascensores o montañas rusas) y cuando se está completamente rodeado de medidas de seguridad o de alguna protección (como barandillas, pasamanos o cristales de ventanas).
La acrofobia puede presentarse de forma aislada o estar relacionada con diversos cuadros psicopatológicos, como la neurosis fóbica y el trastorno fóbico-obsesivo.
A menudo, la acrofobia es un fenómeno temporal que desaparece espontáneamente.
La acrofobia es un síntoma común o probable de estas enfermedades
Causas comunes
Causas raras
Ataques de pánico
Trastorno obsesivo-compulsivo
Trastorno de estrés postraumático psicoterapia o a la terapia conductual.