¿Qué es el miedo? Tipos de fobias y su significado
El miedo es una emoción. Generalmente se induce cuando el sujeto percibe una amenaza. Fobia es la palabra griega para “miedo” y puede definirse como el “miedo excesivo o irrazonable a un objeto, lugar o situación”.
La diferencia entre miedo y fobia
¿Significa eso que el miedo y la fobia son lo mismo? La respuesta, según los expertos, es NO. Hay una sutil diferencia entre lo que es el miedo y lo que puede denominarse fobia. La principal diferencia radica en la intensidad y la gravedad de las emociones experimentadas en el miedo y la fobia.
Considere el siguiente ejemplo:
Es de noche y estás dando un paseo. De repente, un perro salta sobre ti y te muerde. ¿Qué sientes? Dolor, miedo, conmoción y terror. Pero, ¿te convertirá en un perrofóbico? La respuesta es que probablemente no. Imagina que por un momento el perro se aleja o es retenido. Naturalmente, tu miedo disminuiría. Sin embargo, hay personas que tienen fobia a los perros (lo que se denomina cinofobia). En estas personas, el recuerdo se revive una y otra vez y la persona tiene miedo de todos los perros, incluidos los caniches pequeños y los grandes daneses. Él o ella seguiría pensando en la situación una y otra vez.
En resumen: la fobia es la forma intensificada del miedo. La persona fóbica a menudo intenta luchar contra su fobia, lo que le lleva a una mayor forma de ansiedad y también experimenta una fatiga extrema en el proceso.
En pocas palabras: Fobia = Miedo².
¿Cuáles son los diferentes tipos de fobias?
Hay varios tipos de fobias. Los tipos comunes de fobias pueden dividirse en fobias “simples” o fobias “sociales”. Las fobias simples incluyen principalmente el miedo a tipos específicos de objetos, insectos o situaciones como el miedo a volar. Las fobias sociales incluyen los tipos de fobias como el miedo marcado a las situaciones sociales o de actuación.
¿Cómo empiezan las fobias? ¿Cuáles son los signos y síntomas?
Las fobias son muy comunes y a veces pueden desarrollarse en la propia infancia. Los acontecimientos traumáticos, la ansiedad o las situaciones que causan pánico pueden desencadenar la aparición de una fobia. Los síntomas incluyen:
- Corazón acelerado
- Falta de aliento
- Malestar en el pecho/abdomen
- Miedo intenso que puede llevar a avergonzarse a sí mismo
- Desmayo
Los fóbicos se esfuerzan por evitar los desencadenantes de su fobia.
¿Cómo afrontar los distintos tipos de fobias?
La terapia cognitivo-conductual puede ayudar a un fóbico:
- Afrontar la situación
- Enfrentarse a sus pensamientos aterradores
Por ejemplo, a una persona con miedo a las arañas se le anima a leer sobre ellas, a tocar sus fotos, a tocar un tarro que contenga la araña, a tocar los modelos de goma de las arañas y así sucesivamente, hasta que el individuo sea capaz de coger una araña grande.
Los terapeutas también animan al fóbico a que escriba los pensamientos aterradores junto con los pensamientos racionales. Por ejemplo: las personas con miedo a las alturas pueden escribir:
- Tengo miedo de caerme del edificio
- Y contrarrestar esta afirmación diciendo Me he parado aquí varias veces y no me ha pasado nada de eso
Todo el mundo tiene miedo de algo
Considera los siguientes puntos si algo te asusta:
- Hay varios tipos de fobias y algunas son posiblemente peores que otras.
- Si padeces alguna de estas fobias, no estás solo. Se sabe que aproximadamente el 10 por ciento de los estadounidenses padecen al menos un tipo de fobia.
- Si tu fobia está interfiriendo en tu vida normal, es decir, estás evitando situaciones importantes o experimentas una ansiedad extrema, sudoración o temblores, etc., existen varios enfoques de asesoramiento que pueden ayudarte.
Para más información sobre los distintos tipos de fobias, consulta la lista completa de fobias.
Consejos útiles para cuando el miedo ataca
- Después de un choque o de un accidente, su cuerpo utiliza grandes cantidades de glucosa en la sangre para prepararse para la huida y combatir la respuesta. Después de un shock o trauma, es una buena idea tomar algo dulce (como un vaso de agua con azúcar) para reponer rápidamente los niveles de azúcar en la sangre.
- Si siente que se está apoderando de usted, tómese un momento para hacer una pausa. Cierre los ojos, respire lentamente y concentre su atención en el sonido de su respiración.
- Trate de no dejar que su mente se deje llevar por pensamientos negativos. Manténgase concentrado y concéntrese en el “ahora”. Viviendo en el momento, satisfarás la necesidad que se te presenta sin quedar atrapado en los “qué pasaría si” y “qué pasaría si tuvieras”.
- Ponga sus miedos en perspectiva. A veces puede apoderarse de todo pensamiento racional. Tómese un segundo (incluso si es después del evento temido) y lógicamente piense de lo que tenía miedo. Pregúntese: “¿Cuál era la amenaza realista?” y “¿Cuál es la manera racional de hacer frente a tal amenaza?”.
- Aprende a dejarlo ir. A veces después de que algo nos asusta, sentimos los efectos mucho después de que el evento ha ocurrido. Nuestras mentes tienden a aferrarse a sentimientos negativos, autocríticas y aprensión. Trate de dejar pasar todo una vez que la amenaza haya pasado y hable de sus sentimientos con alguien en quien confía o con un terapeuta (esto también se conoce como “debriefing”). La meditación y el yoga son otras dos maneras útiles de poner a descansar los pensamientos y emociones negativas.
- Trate de no evitar los objetos o situaciones que inducen miedo irracional y no peligroso. En lugar de ello, enfréntelos poco a poco en trozos del tamaño de una mordida, lo que le permitirá ganar confianza poco a poco y superar el miedo.
“Deja que tus sueños sean más grandes que tus miedos y tus acciones sean más fuertes que tus palabras.” Oscar Wilde.
Resumen
El miedo es una respuesta vital al peligro físico y emocional – si no lo sintiéramos, no podríamos protegernos de amenazas legítimas. Pero a menudo tememos situaciones que están lejos de la vida o la muerte, y por lo tanto nos quedamos atrás sin una buena razón. Los traumas o las malas experiencias pueden desencadenar una respuesta de miedo dentro de nosotros que es difícil de sofocar. Sin embargo, exponernos a nuestros demonios personales es la mejor manera de superarlos.